7 de cada 10 españoles prefieren la cocina tradicional (y saludable)

  • En el top 5 de platos estrella de los españoles se cuelan la tortilla de patatas, la paella, el cocido madrileño y el gazpacho andaluz
  • Los españoles gastan una media de 1.900 euros anuales en bares y restaurantes, pero triunfan las opciones «healthy»

Si bien el trabajo y los quehaceres diarios han llevado a muchos españoles a apostar por la comida precocinada y los servicios a domicilio, lo cierto es que la mayoría de ellos son fieles a la cocina tradicional y sana. Así lo revela el último estudio elaborado por el comparador de seguros de salud Acierto.com (www.acierto.com), que desvela cuáles son nuestros platos favoritos y otras cuestiones relacionadas con nuestros hábitos alimentarios.

Así, el 47,5% de los participantes del estudio se decantó por la tortilla de patatas como plato estrella, mientras que el 27,8% prefirió la paella. A esta le siguen de cerca el cocido madrileño (10,7%), el gazpacho andaluz (7,8%) y otros ágapes propios de la gastronomía tradicional como las lentejas (6,1%). Pero, ¿cuántas calorías tienen y cómo de saludables son? El cocido es el más calórico –un plato contiene unas 500 calorías–, mientras que uno de paella tiene 379. Las lentejas aportan unas 320 por ración, frente a las 149 calorías de una porción de tortilla y las 46 del vaso de gazpacho.

Pero no solo hay que tener en cuenta el aporte energético, sino el tipo de alimentos con los que se elaboran, las grasas, etcétera. De hecho, tanto la paella como el gazpacho son comidas tremendamente sanas y muy completas. Así como las lentejas (en especial si sustituimos el chorizo por jamón serrano o similar). Apuestan por el aceite de oliva (que aporta ácidos grasos monoinsaturados, polifenoles y vitaminas) así como por las legumbres (ricas en proteínas, frutooligosacáridos y otros), los cereales (una excelente fuente de hidratos de carbono) y las verduras (fuente de vitaminas, minerales y fibra). Si nos centramos en la tortilla de patatas, no obstante, habría que remarcar que podemos cocinarla de un modo más ligero: preparándolas en la vaporera o el horno en lugar de friéndolas. En definitiva y volviendo al quid de la cuestión: un tipo de cocina que se enmarca dentro de la dieta mediterránea y que puede convertirse en el kilómetro 0 de la salud.

Tener un IMC elevado, motivo de rechazo para las aseguradoras

Y es que alimentarse correctamente es clave para tener una salud a prueba de bomba; algo muy valorado por los seguros de salud. ¿El motivo? Que  este tipo de clientes suponen un menor gasto sanitario. Por desgracia, más de la mitad de los españoles tienen sobrepeso y 1 de cada 6 es obeso. Lo curioso es que el 80% de quien padece esta enfermedad lo ignora. Un punto en el que cabe comentar que son muchas las aseguradoras que acaban rechazando a clientes que superan un determinado IMC (superior a 33-34, aunque depende de la entidad). «También hay que tener en cuenta que los asegurados con problemas de sobrepeso acabarán yendo con mayor asiduidad a la consulta del médico; algo que, por ejemplo, deberían revisar si tienen contratada una póliza con copago para que no les salga caro, comenta Carlos Brüggemann, cofundador de Acierto.com».

No obstante la tasa de sobrepeso, el informe también revela que a casi el 62% de los españoles les preocupan las calorías que ingieren: el 54% intenta llevar una dieta equilibrada para compensarlo, y un escaso pero no menos alarmante 8% asegura que cuenta las calorías de sus platos. Algo que podría acabar derivando en problemas alimentarios más graves. Por otra parte, más de la mitad de los encuestados asegura haberse puesto a dieta alguna vez (el 58%). El 24% lo hizo en una ocasión puntual, mientras que el 18,5% durante el último año. El 16% de la muestra estaba a régimen durante la encuesta. “En todo caso, en el proceso de ponerse a dieta resulta clave la figura de un profesional especializado, de un nutricionista que nos oriente y nos inculque buenos hábitos alimentarios sin poner nuestra salud en juego”, comenta Brüggemann.

España, país de bares

Volviendo a la cocina tradicional española y a pesar de lo sana que resulta, lo cierto es que también requiere de cierta dedicación y algunos conocimientos básicos. De hecho y según los datos a los que ha tenido acceso el comparador, solo la mitad de los hombres españoles afirman saber cocinar (frente al 85% de las mujeres); y el negocio de la comida a domicilio se encuentra en plena ebullición -mueve alrededor de 500 y 600 millones de euros al año y ha sufrido un incremento del 7% respecto del año anterior-. Si nos centramos en el tiempo y teniendo en cuenta que al 70% le gusta cocinar, solo 1 de cada 10 tiene tiempo de hacerlo.

Por otra parte, son muchos los que disfrutan de estos manjares fuera de casa. Tantos, que los españoles gastan unos 1.900 euros de media al año en bares, cafeterías y restaurantes. Y no es de extrañar si tenemos en cuenta el amplio abanico de opciones que ofrece nuestro país: hasta 260.000 bares (uno por cada 175 personas); y que nos sitúa a la cabeza de los países con mayor densidad de establecimientos de este tipo del mundo. Asimismo, cabe comentar que, incluso fuera de casa, seguimos prefiriendo la cocina tradicional española -en especial la mediterránea-, la opción favorita para 1 de cada 7 encuestados. En todo caso, los españoles no solo van al bar, sino que el turismo gastronómico y las opciones gourmet están viviendo su momento más dulce.

Tal es así, que hasta el 42% de los encuestados afirmó haber acudido a un restaurante gourmet. El 17,5% aseguró que no, pero que le encantaría hacerlo. Los datos del estudio también arrojan luz sobre la asiduidad con la que visitan estos locales para “paladares sofisticados”: el 40% dice hacerlo habitualmente o una vez cada tres meses. No obstante, no es el único tipo de “gastronomía” que ha crecido, pues las comandas medias en restaurantes en centros comerciales se han incrementado un 4,7% este último año. Independientemente del tipo de local, eso sí, hasta el 76% prefiere el verano para acudir a ellos, mientras que el 14% elige la primavera, el 7% el invierno y el 3% el otoño

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