Los hosteleros reclaman la revisión del plan de recortes de terrazas que ya han provocado los primeros cierres de establecimientos en Russafa
Valencia, La Asociación por una Hostelería Responsable en Russafa Al Balansi se ha presentado hoy en público para dar a conocer su composición y objetivos y para transmitir, con este acto, su compromiso con una hostelería de calidad y por las buenas prácticas profesionales y su voluntad de participar en el debate político, mediático y social sobre el conflicto de las terrazas.
En este contexto, una veintena de locales comprometidos escrupulosamente con la calidad y excelencia en su actividad profesional y por impulsar un turismo sostenible, un ocio respetuoso y responsable se han visto en la necesidad de poner en marcha un nuevo colectivo capaz de defender una nueva visión del barrio.
La nueva asociación pretende aprovechar el actual clima de diálogo existente entre vecinos y hosteleros tanto en el centro histórico, como en Russafa, para iniciar una nueva etapa de colaboración que contribuya a proteger las adecuadas condiciones de calidad de vida en el barrio, a partir de un diagnóstico riguroso de la situación real que se vive en el mismo.
En este sentido, el colectivo hostelero quiere reivindicar el protagonismo que sus pymes han tenido en la regeneración de un barrio, que en los años 90 estaba al borde de la marginalidad y con problemas de prostitución, de tráfico de drogas, inseguridad y con un enorme deterioro urbanístico y comercial. Durante los últimos 20 años la oferta de ocio y hostelería del barrio, los emprendedores y una nueva generación de residentes, ha contribuido a hacer de Russafa uno de los barrios más atractivos de Valencia. Russafa, hoy en día es un barrio moderno, en el que convive el pequeño comercio y las propuestas más innovadoras, con una gran oferta cultural de restauración y de ocio. Russafa es un barrio con una población residente compuesta por familias, por ancianos y por jóvenes que se incorporan al barrio, y que se caracteriza por su carácter inclusivo, mestizo y cosmopolita.
El indudable atractivo turístico del barrio debe considerarse una oportunidad, con la que están comprometidos los hosteleros responsables de Russafa, pero que debe saber responder a la amenaza de la masificación de las viviendas turísticas, controlar y sancionar las situaciones puntuales de incumplimiento de determinadas actividades y promover el civismo y la correcta convivencia entre la ciudadanía.
Entre los primeros OBJETIVOS DE LA ASOCIACIÓN destacan:
1.- Impulsar la redacción de un CÓDIGO ÉTIGO POR LAS BUENAS PRÁCTICAS en la hostelería cuyo compromiso de cumplimiento será requisito imprescindible para pertenecer a la nueva asociación.
2.- Trasladar al Ayuntamiento la importancia de diseñar un plan de medidas para mejorar el funcionamiento de las terrazas y minimizar su impacto ambiental, contando con la implicación y aportaciones del colectivo hostelero de Russafa.
3.- La participación en el diseño de un plan integral para promover el civismo y la convivencia ciudadana con medidas concretas para compartir con el Ayuntamiento de Valencia.
Ni que decir tiene que toda esta batería de propuestas PRETENDE CONTRIBUIR A RESOLVER EL CONFLICTO DE LAS TERRAZAS que, de forma injusta y desproporcionada, ha protagonizado el debate sobre el crecimiento turístico de la ciudad de Valencia y su impacto social, como si el caso de las terrazas fuera el problema más importante de la ciudad; en lugar de las viviendas turísticas, la revolución de la movilidad, la masificación del turismo de cruceros o la venta clandestina.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, la revisión de la campaña de recortes de terrazas es imprescindible. En estos momentos la situación de la hostelería del barrio es crítica, con absoluta inseguridad y pendientes de un hilo de un plan de recortes que se está aplicando de forma intermitente, desigual y sin criterios aparentemente objetivos, que tenemos que saber repensar entre todos.
Por desgracia, la campaña de recortes de terrazas ya ha provocado el cierre de un primer establecimiento, el restaurante The Fishbowl, uno de los locales más atractivos y creativos del barrio y que ha cerrado como consecuencia directa de la eliminación del 70% de su terraza. Con este cierre se ha incrementado la destrucción de puestos de trabajo que han tenido lugar en el barrio desde la implantación de los recortes de terrazas el pasado verano y que amenaza con extenderse por el barrio.
En este contexto, una de las primeras medidas de la Asociación por una Hostelería Responsable en Russafa Al Balansi va a ser la de solicitar entrevistas de trabajo al concejal de Comercio y Espacio Público del Ayuntamiento de Valencia, Carlos Galiana y a la concejala de Desarrollo Económico, Internacional y Turismo, Sandra Gómez, para abordar de forma rigurosa el modelo de turismo que queremos para la ciudad de Valencia y la necesidad de aportar recursos para hacer realidad el compromiso con un turismo sostenible y de calidad, del que siempre hablan los políticos pero en el que nunca terminan de ponerse a trabajar.