Saborear un sandwich de Pastrami como si estuvieras en el Lower East Side de Nueva York, degustar una pizza okonomiyaki o un nigiri de anguila ahumada como si acabaras de salir de trabajar en Osaka, disfrutar con una cochinita pibil como si lo hicieras en cualquier pueblo mejicano… Todo esto es Canalla Bistro y mucho más. El restaurante más ecléctico de Ricard Camarena es lo más parecido a un viaje gastronómico por el mundo. Anclado en el valenciano barrio de Ruzafa, los platos de Canalla Bistro trasladan a distinto lugares que enamoraron al chef con su comida. Un local ‘canalla’, con un ambiente urbano y cosmopolita.

PRECIO MEDIO. 40 €

En Canalla Bistró Ricard Camarena llama a sus clientes a la comida desenfada. Sin los formalismos ni las estrecheces del menú degustación. Sin protocolos y, sobre todo, entre amigos. El restaurante gastronómico absorbe la atención del comensal hasta robarle la conversación con su compañía. Aquí muchos platos van al centro, invitando a compartir y a divertirse. La carta hace un recorrido por todas las cocinas del planeta. Ricard coge los platos que más le entusiasman de cada continente y los pone en su restaurante. Aunque hay recetas de todas partes, se podría decir que Canalla tiene una gran influencia asiática. El nem de salmón con rúcula y queso o el nigirisandwich de pato Pekín están en carta prácticamente desde su apertura. No todo es étnico.

De hecho, algunas de las mejores propuestas tienen acento local. Ahí están las croquetas de «pollo a l’ast» o la hamburguesa de vaca gallega ecológica con cebolla, queso y salsa de mostazas (sin duda la mejor hamburguesa de la ciudad). No debemos olvidar que Ricard es un gran repostero. Aquí nos regala postres atrevidos como el cilindro de mango y coco con crema dulce y helado de hibiscus o el plátano helado (un trampantojo muy ocurrente).