La esencia de la cocina de Begoña Rodrigo en un menú ya clásico Un lugar donde no se viene sólo a comer, se viene también a divertirse. Un restaurante intenso, de platos coloridos y elegantes.
Un espacio que respira mi manera de ser y de vivir. Un espacio donde caben ilusiones, sueños y respeto.
La Salita es mi casa.

PRECIO MEDIO. 80 €

La Salita es ahora mejor restaurante que nunca. Begoña Rodrigo ha recorrido un camino enorme desde sus inicios hasta hoy. El concepto es el mismo, pero ahora todo está muchísimo mejor ejecutado. Cuesta encontrar defectos en una cocina que es capaz de convencer al crítico más férreo. Los platos son sabrosos, claros y convincentes. Seguramente Begoña es más madura. Seguramente también ahora tiene el equipo que siempre ha deseado. Un equipo que le permite pensar platos sofisticados con la seguridad de que saldrán a la mesa en punto y forma. Esta cocina es compleja en la concepción, pero más aún en la ejecución y requiere de brigadas muy profesionales para sacarlas adelante. La Salita la tiene. Begoña plantea una cocina creativa con platos muy estéticos cargados de sabor. Aquí hay producto, y ese producto no se disfraza, pero sí se alegra. Te encuentras un carabinero extendido sobre una sopa ligera y suave, un buen pedazo de salmonete finamente adornado o un potente solomillo de ciervo. Hay cocina, hay estética y un lenguaje claro y directo.