Por segundo año consecutivo, Restaurante Los Madriles celebra la fiesta del cocido.
Hace justo un año, Restaurante Los Madriles sorprendía con una convocatoria, “El primer cocido de la temporada”. Una llamada a los amantes de este tradicional plato castellano, a los aficionados y profesionales del buen comer. Una pregunta:
¿Cuánto tiempo llevas sin comer un buen cocido?
El próximo miércoles 16 de octubre, Restaurante Los Madriles celebra por segundo año consecutivo “El primer cocido de la temporada”. El punto de partida para volver a disfrutar con este banquete. El año pasado fue la primera vez en que se llevó a cabo esta iniciativa cuyo objetivo siempre fue convertirla en una cita señalada en el calendario. El primer miércoles tras el puente, se abre la veda del cocido.
Al evento, acudirán críticos gastronómicos, periodistas, influencers y demás actores de la escena culinaria en Valencia. Es un día para todos los amantes del cocido. El lugar de encuentro no podía ser otro que Restaurante Los Madriles, la nueva taberna que hace ya más de 50 años trajo la gastronomía de la capital a las orillas del Turia.
El cocido de Los Madriles
En sus orígenes, Los Madriles era una casa de comidas con la comida honesta como bandera, un recetario tradicional y el cocido como plato estrella de los miércoles. Hoy en día, se ofrece cocido todos los días del año, cocido en su versión más auténtica, pero con una presentación novedosa y algo más adaptado al Mediterráneo.
El festival arranca con con una croqueta de ropa vieja y una crema de boniato rojo. Al lado salen los encurtidos – guindilla, pimiento en salmuera y cebolla en vinagre – y pan de masa madre del horno de San Bartolomé. En el segundo vuelco sale el consomé con un canelón de carne del cocido, unas hebras de azafrán y un bol de garbanzos de León. El tercer vuelco es el de la bandeja verduras – patata, napicol, chirivía, boniato rojo, col y zanahoria – y las carnes – garreta, manitas, pavo y gallina, tocino, embutidos, jamón y pilota con
magro de cerdo, pollo y piñones – , ya cortadas, deshuesadas y listas para comer. Para acabar, postre casero.